martes, 2 de marzo de 2010

A mi Kaze



A mi Kaze
Ven a mi dulce soplido y amable compañía de Kaze... ven a mi y encuentra aquello que tanto trato de ocultar a los demás... Kaze mío, por favor acércate a mi alma... necesito tu presencia... creeme Kaze, no he querido decirle a nadie este sentimiento que existe en mi pecho, no he querido que ellos lo noten y se preocupen, no quiero que lo vean y pasen de largo sin importarles... no quiero que lo hagan crecer aún más hasta que ya no pueda soportar la herida... Kaze... por favor... ven...

Aquí estoy... aún sentada y tranquila... trato de regalar sonrisas y poder transmitir aquella paz que nace desde mi pecho... he querido darle sonrisas a muchas personas y poder aliviar sus corazones con palabras simples y sonrisas regaladas, pero todo llenos de un sentimiento inmenso, que ellos notan y reciben... me encanta cuando veo sus sonrisas... cuando siento que su energía se vuelve cálida y natural... cuando la transparecia de sus corazones comianza a ser suave y capaz de sobrevivir... cuando la amargura se aleja de ellos...

Pero Kaze mio... amado eterno... amigo mío... no siempre es así...


La soledad, amada y odiada compañera se quedó en mi pecho, descubrió que era el mejor lugar para vigilarme y hacer que yo misma alejara a las personas... allí... descubrió la melancolía que siempre he tenido oculta, aquella que nace cuando estoy débil... aquella que ha existido desde siempre conmigo... la descubrió y comenzó a usarla la dejaba escapar cuando mi pecho comenzaba a reunir calidez y el sentimiento de compañía comenzaba a parecer real... dejaba libre a la melancolía... y dolorosamente hacía que volviera a la soledad... ay fría amiga... por que eres tan cruel conmigo?... yo te quiero... pero mi pecho no puede soportar este sentimiento por tanto tiempo, la melancolía a veces se fortalece tanto... que ya no me queda energía para esta extraña vida que me toca vivir...

Ay Kaze... necesito un abrazo... uno fuerte y apretado... uno que cause que mi pecho se vacíe de dolor... que mi mente olvide los pensamientos y pueda abandonarme a la calidez de ese abrazo... apoyar mi cabeza en tu pecho y allí dejar de pensar sintiendo tu presencia... y refugiándome en tu abrazo protector... si tan solo pudiéras rodearme con tus brazos... con tan solo tu cariño... yo... ya no seré débil... te prometo que seré fuerte y seguiré con aquello que debo hacer... pero... solo una vez... por favor...

Ay Kaze... que puedo hacer? tu no tienes brazos que puedan cobijarme... tan solo tu esencia puedo notar cuando soplas en mi ventana... Kaze... Kaze... tu, que estuviste siempre siempre conmigo... por que no puedo verte?... por que no puedo recostarme en ti para dormir por fin tranquila y hacer que mi corazón deje de temblar... Kaze...


Ahora... sentada, a la orilla de mi ventana miro el cielo y mis ojos se debilitan sintiendo la presencia de Kaze... el está ahí, en todas partes, pero no para mí... miro el cielo, y no puedo evitar sentirme triste la soledad rodea mi existencia y ya no puedo hacer nada... la melancolía roza mi cuerpo... susurra en emi oídos y pesa sobre mis ojos... se que no debo llorar... pero... pero... el sentimiento es más fuerte y la melancolía vuelve a absorverme como siempre, tratando de hacerme suya... queriendo tenerme... para siempre...

Ay Kaze... si tan solo estuvieras aquí...


Kazeai


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