domingo, 28 de junio de 2009

Quiero correr...



Amado y adorado Kaze...

Esta es una noche de pensamientos y reflexiones contigo a mi lado...

Es una noche acompañada con la dulce lluvia que toca mi ventana y me susurra cuanta tristeza encierra... llueve y las lágrimas del cielo caen sobre las ventanas y los corazones... limpian y purifican, envuelven y recorren...

La dulce lluvia viene a mi rostro y aparece sin que haya una razón... la lluvia que nace de unos ojos tristes... la lluvia que envuelve mi atardecer y mi pensar...

Quizás mi viento quiera tomar mi cuerpo y llevarme a pasear por este mundo triste y oscuro... quizás el mar quiera hacerme caminar por la frontera del pensamiento y la reflexión... quizás la oscuridad de la noche cubierta de nubes quiera hacerme un vestido y con él soñar que soy princesa...

No quiero mirar a mi alrrededor... quiero cerrar mis ojos y envolverme en la suave y cálida capa que me ofrecen la noche y Kaze... tapar con ella mis oídos y ponerme a soñar... vivir de sueños y de mi misma... vivir de la mirada distante de Tsuki y ahogarme en las lágrimas del cielo, junto con la lluvia que se confunde en mi rostro... bailar al son de las hojas y vivir en la tranquilidad de los bosques... todo... para sentirme una princesa de cuento... todo para sentir que todos ellos me entienden... todo... para estar sola, o bien, sin personas... ya no más personas que me vean y le disguste... no más personas que me miren con frialdad... no más miradas crueles... no más sueños rotos...

Quiero soñar que un vestido de seda envuelve mi soñar, Kaze peina mi cabello y recorre mis sentidos... Tsuki hace brillar mis ojos... y camino junto a la noche... con la brillante corona que mis pensamientos crearon hace años sobre mi cabello, esa... imaginaria... esa... que me vuelve princesa...

Una pequeña... toda rodeada de adultos... una pequeña oculta entre los árboles... una pequeña que no quiere ser vista... una triste, porque las personas que están ahí, están demasiado lejos, tanto, que el estar cerca de ellas la pone triste...

Corro por veredas de cristal, con aquel vestido de princesa, con miedo de perderlo... con miedo de dejar de ser yo misma... corro y triste ahogo los sollozos... quiero volver donde nací... quiero volver a ese lugar que me deja ser yo misma... quiero volver a mi mundo...

Pequeña de los sueños de alguien... pequeña de los sueños de nadie que quiere caminar más y más hasta no ver a nadie... caminar para encontrar aquel que vea sus secretos, aquel que seque sus lágrimas... aquel que la mire a los ojos...

Corro... no quiero dejar de correr... no quiero ver más gente... necesito llegar al bosque... para vivir con kaze... ya no puedo vivir acá, ya no más... ya no más... déjenme volver... por favor... dejenme volver al lugar al que pertenezco, a aquel de donde nací... aquel que quizás no merezco, pero quiero estar... por favor... siento que me ahogo... si esto no acaba pronto... quizás la lluvia me lleve a otro lugar...

Kaze por favor, te lo ruego, ven a buscarme


Kazeai

martes, 23 de junio de 2009

Frío... invadido...



Hace frío... es cierto...

Hace demasiado frío y hasta el viento ha dejado de soplar para no aumentarlo...

Las calles están grises, y los árboles están tan quietos que parece que se les hubiera acabado la vida, hasta parece que los hubieran congelado, a la espera de que vuelva el calor a revivirlos, darles aquellos colores y fuerza con los que resaltan y atraen...

El cielo, aún cuando no está siempre cubierto de nubes, pareciera que estuviera clamando por un cálido abrazo, pareciera que las nubes estuvieran a punto de ponerse a llorar, estuvieran sensibles...

Llamé a Kaze una y otra vez... pero no me respondió... es extraño... no quise cantarle, porque esa canción se la dedico tan solo cuando siento su cercanía... necesito a Kaze, lo necesito, busco su aliento, busco su llamada... aquel amigo... aquel que se ha alejado... es como si el frío lo alejara de mí...

Si Kaze no está... si kaze se aleja de mí... la noche, eterna amante, vendrá a este lugar... aquella oscura... aquella triste... aquella que me encierra en ella misma... me toma, me encuentra... es tentadora... es demasiado para mí... Kaze.. Kaze...

Este frío que envidia el cariño... este frío que rodea a aquel cálido corazón... este frío mío... este frío interno... melancólico y querido, frío que permite que me envuelva en mis brazos y rodee mi alma con mi cabello...

Los ojos cálidos que acompañan esa extraña cobertura han permitido que una nube los oculte, han permitido volverse ciegos a muchas cosas... ciegos... no... más bien fingirse ciegos, fingir que todo es falso...

Esos ojos se crearon un mundo interno en donde viven y sonríen, uno al que no permite a nadie entrar... uno bello, del que ya no quieren salir... uno, que es solo de ellos, uno en el que pueden ser ellos mismos...

Ojitos pequeños... dulces ojos que se humedecen en una noche de invierno, encerrados por unos brazos rodeando las piernas que se acurrucan en busca de protección... ojos que piensan... ojos que extrañan... ojos que buscan... quizás... solo miradas...

Quiero ver muchas cosas, no entiendo otras tantas... hay mucho que quiero saber y descubrir... pero también hay mucho que deseo entender... más que nada, dentro de mí...

Quisiera... desearía...

Por esta noche, no puedo más... me volveré a abandonar a aquella tentadora noche...


Kazeai

jueves, 18 de junio de 2009

Entrega a Kaze



Tengo ganas de encontrarme con mi amado Kaze... tengo ganas de entregarme a la noche, de saltar desde mi ventana y escapar con aquel que mantuvo mis sueños de niña... tengo ganas de ser invadida por él y que me recorra tal como lo ha hecho tantas veces... Quiero que acaricie mi rostro y juegue con mi cabello... necesito sentir la fuerza de su soplido sobre mí y llenarme de su presencia... que con su amable soplar e transfiera energía a mi vestir y que me tome en brazos por una noche, a recorrer con él lo que queda de oscuridad sobre las nubes...

Mi ventana susurra palabras de atracción, las ramas de los árboles rozan los vidrios... ya casi no resisto su tentadora llamada...

Necesito encontrarme con ese antiguo amor etéreo, amor de niña, amor que alguna vez fue dirigido a ese ser incorpóreo y que alguna vez, de alguna manera, de una extraña forma... sentí correspondido...

Abro la ventana y la brisa saluda mi decisión... las nubes amenazan y Kaze me saluda con una dulce caricia en mi mejilla... solo una palabra de su parte me basta para entregarme por completo a su presencia...

Allí está la noche, allí está y me envuelve poco a poco... si Kaze no llega pronto, aquella noche me volverá a hacer suya... las hojas susurran palabras que no entiendo... siento algo en el pecho....

Sus manos de oscuridad se están acercando, en forma de mantos comienzan a tomar mi ser... mi Kaze aún no llega... lo necesito... si no me voy ahora, la noche tomará lo que queda de mí... este despojo de pensamiento en el que me convierto de noche...

Un dulce soplar llega hasta a mí y con los ojos cerrados siento como me recorre en cada rincón, su presencia invisible juega con mi cabello y me habla, me dice que no puede llevarme... me da desconfianza... quizás no quiere llevarme... poco a poco lo alejo, me despido y cierro mi ventana a sus pensamientos... esta noche estaba frío... por una noche, y solo por ésta, me quedaré con aquella amiga eterna llamada Soledad...


Kazeai

miércoles, 17 de junio de 2009

La niña que quería ser princesa..



Nuevamente la noche decidió caer como un oscuro velo sobre el alma atormentada... quiso ser parte de aquella que es de aquel color transparente... quiso tomar parte de una pequeña que abrazaba en la noche a su amada luna...

Aquella pequeña, que tanto deseaba alcanzar los pensamientos, aquella que miraba cada noche las estrellas en busca de la más brillante, de la que le guiñara una noche y pudiera ser la base de su esperanza... esa niña que buscaba cada noche dentro de un cajón las corona con la que tanto soñó desde siempre.... la corona que decía que podía ser princesa y que podía ser parte de un cuento de hadas... esa niña, de tanto buscar, de tanto esperar... de tanto soñar, comenzó con su camino a ser la princesa con la que soñó y quizo encerrarse en una torre tan alta que ni la mirada de las personas podían alcanzar... una torre hecha para estar más cerca de su amada luna que del mundo, una torre... que la terminó alejando de las personas...

Un día un dragón vio la torre y como su naturaleza le decía a gritos que ese era su mundo, él decidió quedarse a protegerla, y no dejaba que nadie entrara a ver a la niña... así ella comenzó a sentirse más y más sola....

La pequeña seguía buscando la corona esperada, y ésta no aparecía... no existía nada que le dijera que ella realmente fuera una princesa... quizás eran solo sueños...

Con el tiempo, sus vestidos comenzaron a perder su belleza y su voz al cantar, se perdía en el cielo, por la altura... no alcanzaba a escucharla nadie... ni la aves llegaban a visitarla, y ella sentía que la magia la estaba abandonando...

Un día decidió descender, pero se encontró con el inmenso dragón en la puerta, y no tuvo el valor de enfrentarlo...

Un día quizo hablar con el viento, pero sintió que estaba demasiado lejos...

Un día comenzó a extrañar los árboles, las plantas, los animales y sobretodo el mar...

Un día se dió cuenta que el famoso principe azul no llegaría a buscarla, se dio cuenta que si quería algún ser que la hiciera sentir completa, debía buscarlo ella misma...


Una noche, mientras el dragón dormía, el viento y la luna comenzaron a llamarla y buscarla, ellos la extrañaban... el viento y la noche comenzaron a envolverla, y la luna alumbraba su camino... la tomaron con un leve soplar... y la depositaron cerca del lago, la noche la cubría, el viento le susurraba... comenzaron a invadirla, a recorrerla... la inundaron con su presencia... y ella solo dormía y soñaba...

Esa noche, los mantos que la envolvieron, se hicieron parte de su ser, la hicieron suya y su presencia pasó a ser algo más...

La niña que deseaba pertenecer a la realeza, se hizo princesa del viento... siempre en su pecho habría un frío soplar y escucharía siempre los susurros de aquel viento que un día la salvó... la niña que quería ser amada, se hizo amante de la noche, quien cada atardecer caería en su pecho y la invadiría inundando cada uno de sus sentidos, envolviendola, celosa de su compañía, insertando la melancolía en su pecho...

Cuando los ojos de esa pequeña se abrieron, estaban cargados con un poco de melancolía y también de magia... pero... esos ojos estaban llenos de paz, y transmitían la belleza de un atardecer... esos ojos... por fin, de una vez por todas, fueron capaces de sentirse felices...

Desde ese día, cada noche, la pequeña princesa es secuestrada por el viento y la noche, sus salvadores, y siempre protegida por la luna, sigue siendo parte de aquel eterno soñar... a la espera que su magia pueda ser compartida...


Kazeai

domingo, 14 de junio de 2009

Oscuro día de lluvia...



Nubes cubren mi entorno y me dicen que desean ocultar algo... nubes y más nubes aparecen en el cielo oscureciendo aquel azul puro y claro, ocultando la belleza del sol, encerrando el corazón...
Nubes y más nubes hay en mi camino, en mis palabras, en mi voz... oscurecen mi pensar, ocultan mi mirada y opacan mi cantar... ese cantar que siento cada vez más débil, más inanimado, más común... más nada....
El día que debió ser claro, quiso enviarme un mensaje, uno que quizás no entienda bien, pero hace que mi corazón se aprete y llegue a mi pecho una extraña frialdad que solo desea invadir aquel lugar, para convertirlo en una compañera más de la melancolía...
Un día diferente a otros, un día en que lo oscuro predomina... un día que decidió llorar una pena oculta o quizás solo acompañar los ojos tristes de muchas personas que desean y sueñan pero que se agotaron y necesitan descanzar....
Nubes mías de ensueño, nubes de recuerdos y pensamientos, nubes que encierran soledad y melancolía... nubes que me atraen y me llaman para volver a caer....
Las lágrimas del cielo tocan mi rostro y humedecen aquel lugar que desea estar seco, aquel lugar que siempre debe estar así, a pesar de los dolores y pensamientos sencillos...
Siente mi alma perderse en esa oscura soledad, dejarme de lado e ir a descanzar en un opaco lugar sin pensamientos y ni sentidos, desea recorrer aquel olvidado y polvoriento camino que es parte de mi, de mi inmenso interior que se enfría y humedece...

La lluvia, aquella que viene a limpiar y purificar lo que toca, que viene a renovar y sentir que es ella misma... esa lluvia envuelve mi caminar y me susurra palabras que no entiendo, me susurra pensamientos... pero de una manera tan suave, tan leve, que no puedo entender lo que dice, no comprendo su recorrido, no entiendo que busca ni que quiere que sepa...

Miradas de un susurrar lejano me hacen pensar y más pensar, creo que el encontrarme aquí y ahora es algo extraño y casi irreal, me hace pensar que mi llegada a este mundo, mi camino aca, es un extraño error... no por mi, por que el pensamiento hace comprender que deseo ser aquello que puede lograr la sonrisa universal y completa, y eso traerá consigo la felicidad, si no que siento que por donde paso dejo un huella de dolor o de sentimientos fríos, de alejamientos, de palabras con frialdad... aquellos que se acercaron demasiado terminaron alejándose por temor, o quizás por inseguridad, quizás por falta de comprensión, quizás por extrañeza...

Miradas desde fuera me contemplan y creen que soy tan solo una mas en este mundo en que todas las personas piensan de manera casi igual, en que todos miran la realidad y se encierran en ella como si fuera la base de todo su quehacer y pensar, terminan cayendo en la rutina... después sienten que algo les falta... sienten que necesitan más y terminan buscando más materialidad. y no entienden que hay algo que les grita dentro que ya no soporta estar encerrado.... miradas ven desde fuera y me comparan con un exraño ser de dificil e incomprensible comportamiento, y que basta con verme... miradas creen conocerme de lejos y creen que una sonrisa basta para ser yo misma... creen que soy como parezco, no saben que hay demasiado en mi interior, no saben que hay mucho que no puede ser descrito con palabras, mucho que quizás termine alejándolos, por que no es de este mundo... por eso prefiero que no lo conozcan, por eso prefiero que no lo sepan, si lo hacen... quizás me alejarán de todo...

Es cierto que me he dado a conocer algunas veces, es cierto que he transmitido sentimientos y que he permitido que personas naden en el mar de extraños pensamientos y sentimientos que hay en mi interior... y se que no todos se han alejado, se que a pesar de la frialdad de mis palabras, a pesar de que siempre inspiro soledad... esta no es completa...

Pero la soledad me llama una y otra vez, como un ser etereo, como si fuera mi dueña, como si quisiera tenerme siempre en su regazo, y que no pueda escapar nunca de ese abrazo eterno, me atrae y me llama, en una extraña dependencia, de la que soy parte.... somos compañeras eternas, ella quizo que nuestra amistad perdurara y egoístamente, no permitió que nadie se acercara... me seduce, me atrae.. me llama...

Día oscuro de lluvia amable, purifica mi interior y dale a entender a la soledad que yo solo soy parte de algo etereo que no puede ser atrapado, ni si quiera por la soledad... nadie puede atarme, nadie puede encerrarme... solo yo me quedo, como el viento, me quedo cuando deseo quedarme, y si comienzan a poner amarras en mis muñecas, m alejo lo más posible... no permito que me mantengan obligada... nunca...

La oscuridad rodea, este, mi actual pensar... me encierra y me atrapa... por hoy me abandonaré a ella... por hoy será mi dueña, solo por hoy, permitiré que me invada...


Kazeai

jueves, 11 de junio de 2009

Paseo de la noche



Una noche oscura rodea la niña que quiso conocer la sensación del viento entre los árboles al caer la noche... ella decidió salir a caminar entre el frío y la soledad... quiso arriesgarse y ver sobre si la gran cantidad de estrellas y silencios...

Una vez más miró al frente y lágrimas silenciosas corrían por su rostro... vio la luna y no supo describir que explotó dentro de ella... solo sabía que lloraba sin una verdadera razón...

Caminaba y en cada paso notaba un leve temblor en las hojas... le encantaba escuchar el viento al correr entre los árboles y mover las hojas... le agradó mucho cuando el viento tomó su cabello y acarició su nuca... sus manos sin forma rozaron su párpados y de alguna forma besaron sus ojos... cada paso la acercaba más a aquel ser amado... con fuerza le arrancaba pensamientos y reflexiones, con su soplo la hacía seguir caminando y mantenía atrás todo lo que a ella le pesaba... jugaba con sus ropas y las movía, refrescaba el alma de ella con su brisa y la hacía sentirse libre... ella sabía que estaba sola en ese instante, que el viento era un ser etéreo, que las personas son las que dan verdadera compañía... pero solo por esos segundos le encantaba la compañía del viento...

Las hojas de los árboles rozaban sus brazos al pasar y una leve brisa le cantaba al oído, mientras todo aquello que le pesaba dentro se quedaba atrás... sus pies estaban descalzos y caminaban como sobre nubes... el viento soplcaba con fuerza y la hacía sentir viva... mientras la noche, celosa de aquella íntima unión, ocultó la luna tras una nube, y encerrró a la niña en mantos de oscuridad, cayó sobre sus ojos, haciéndose notar, recordándole que quería ser su dueña... la abrazaba y atraía, su atracción era fuerte y resuelta... sabía que la niña deseaba entregarse a ella...

Una lucha en paz se formaba entre el viento y la noche, y aún esos ojos tristes mantenía lágrimas en las mejillas, mantos de oscuridad la atraían y encerraban, llenaban su pecho con melancolía amada... brisas levantaban su cabello y ondeaban su ropa... ambas fuerzas la hacía temblar, llamaban a su alma a la entrega, y las hojas seguían acariciando su cuerpo al caminar....

La nube que ocultaba la luna pasó y ella llamó a los seres en lucha, les pidió la tranquilidad de esos ojos y que las lágrimas cesaran... así la niña volvió a casa, fue a dormir y soñar, a ser parte una vez más... mientras en la ventana la luna velaba su dormir, vigilando a la noche que estaba pegada al vidrio y al viento que movía con su fuerza las puertas...

Y ella dormía... y soñaba... soñaba con el lugar que buscaba y que todavía no podía encontrar...


Kazeai

lunes, 8 de junio de 2009

Noche de oscuridades



Noche de luna llena, fría noche de oscuras realidades, de ensoñaciones rebeldes, de atracciones heladas...

Noche que llamas suavemente al oído como una dulca melodía, como un reflejo del frío mar que allá lejos estallas contra las rocas y llenas de sonidos tu ribera, y así el alma del que se acerca a contemplarte

Noche de locuras mezcladas de un pensar suave y placentero que lleva a mundos lejanos y sonrisas duraderas...

Estrellas atrayentes dominan bajo las nubes, aquel manto que atrae mi mirada, aquel que esta noche me susurra una y otra vez su secreto, que me llama con un oculto temor a ser diferente, mi noche oscura y querida, presidida por mi querida luna, que en esta noche de dulzura y frialdad, invaden mi pecho, esperando mi respuesta, mi ida, mi llegada.... Deseo entregarme a la noche, y que me recorra con un solo sentimiento, que me tome en brazos y me lleve con ella, solo esta noche, deseo sentir dentro de mi la frialdad y la dulzura que solo una noche de luna llena puede producir...

Nubes oscuras rodean, este mi pensar de oculto reflejo, de oscuro reflexionar, de dulce y muy dulce soñar.... la noche que quiere ser mi guardiana y a la vez mi invasión, noche amante, noche seductora....

Oscuros mantos rodean poco a poco mi existencia y me toman para llevarme al lado de aquella amiga, que esta noche está muy presente, me envuelven y encierran en pensamientos y sobre todo sentimientos, de olvido de lo material, de olvido de lo corporal, soy parte ajena de algo que existe solo en aquello que no se puede tocar, soy seducida por aquella Luna, seducida y derrotada, entregada a su compañía, a su sentimiento, belleza y melancolía....


Dulce, muy dulce noche de melancolía, a pesar de que los sentimientos siguen siendo puros y reales, esta es la noche en que me entrego a la Luna, y ella como una amiga, me devolverá en la mañana, permitirá que vuelva a ser... me dejará seguir


Oscuridad resuelta me recorre, aún me invade, esta noche es de aquellas en que mis ojos se entristecen, pero solo por melancolía, en que mi vida se vuelve algo superfluo, en que soy parte de aquella noche oscura, y muy oscura....


Kazeai.... o más bien.... Tsukiko