lunes, 6 de agosto de 2012

La Soledad... una vez más





Hace bastante tiempo que no sentía la soledad tan patente como hoy...


Es como si algo frío estuviera dentro de mi, como si deseara consumirme poco a poco, quisiera hacer que mi existencia se volviera solo una sombra, para que nadie me viera y solo ella pudiera estar conmigo... ay Soledad... ¿porque es tan triste acompañarte?


Quisiera que la vida fuera más fácil, que las personas fueran más compasivas, cariñosas y sobretodo respetuosas por el que está más allá... ya nadie piensa más que en si mismo... este egoismo odioso y triste solo puede ser parte de algo más frío que la soledad verdad?... me duele ver tantos corazones frios, tantas personas que hacen daño una y otra vez, sin importarles nada... mientras ellos estén bien, nada importará... ay Soledad... a veces creo... que por un lado... es mejor estar contigo...
Me duele sentir este cariño... un querer que nace para las personas, nace, para sentirlo y vivirlo por otros... pero... siempre... pasa que aunque de mucho, aunque desee sobretodo que sean felices... termino dando demasiado, al punto de quedar semi vacía... eso está mal porque... esas personas siempre se olvidan de mi... ni si quieran notan la preocupación, el querer... solo siguen, más felices que antes puesto que se sienten más livianos... con ayuda...


Ay Soledad... que hago?... podría abandonarme simplemente a tí... entregarte todo cuanto soy y todo ese querer que quise entregar y que siempre me hizo daño... podría simplemente acabar con los sentimientos y hundirme dentro de ti... esperando con el alma que mi corazón no sienta el dolor que está guardado en el fondo...
Si tan solo las personas pudieran demostrarme que valen... si tan solo mi corazón se sintiera cálido por una vez, podría soñar con que las cosas pueden ser diferentes... volver a sentir que no es tan malo porque después será mejor...
Estas palabras, Soledad, querida amiga mía... suenan frías y distantes, sin guía, sin comprensión, sin fuerzas para salir adelante, sin un poquito de energía para regalar... pero amiga... ya no puedo, no tengo fuerzas... este sentimiento me invade y es demasiado oscuro para contenerlo...




Un día... una bella ave oscura, pequeña y solitaria, decidió salir a recorrer el mundo.. ella vivía en un nido... en un gran arbol, capaz de mantenerla protegida y cuidada, mientras se conformara con el alimento que en ese lugar encontrara... pero... ella sintió que la vida sin emoción, sin conocer personas, sin sentir... no era realmente vida...


La pequeña ave recorrió prados y bosques... lenta pero cuidadosamente.. siempre buscando una sensación que le hiciera notar la vida en su cuerpo... pero...


volaba y volaba, soñaba, hablaba con otras aves, con otros animales... pero nunca encontraba la fuerza para  desear vivir... muchas veces los animales le pedían ayuda... le susurraban palabras bellas, le regalaban comida y le acariciaban... era genial esa sensación... ella nunca había conocido lo que era sentir la compañía y el querer de otros... pero... todas las veces... después de la ayuda... esos animales se olvidaban de ella... se alejaban y buscaban nuevos seres con quienes compartir... porque esa ave solo servía para ayudar... no para acompañar... A veces... animales le rogaban que se quedara... y ella se quedó más de alguna vez... pero... esos seres... le pedían cosas una y otra vez, se acercaban y le hablaban... pero siempre había una intención detrás, no había preocupación, no había querer, no habia cariño... solo... interés..


La dulce ave siguió volando... poco a poco... la búsqueda se volvió en un escape... ya no buscaba seres que la acompañaran, ya no buscaba el cariño... ella huía... escapaba de esa sensación en su pecho... de ese miedo al regreso a la soledad, a no ser querida... a no encontrar nunca.... nunca!! lo que buscaba... y eso... realmente era doloroso... era demasiado para un cuerpito tan pequeño... si ese sentimiento la llenaba, ya no podría volar, ya no podría avanzar... así que huía, día y noche... de ese triste pensar...


Con el tiempo... comenzó a llegar el invierno... la dulce ave debía ocultarse... pero no sabía donde estaba, ni que debía hacer... con el tiempo... solo sabía vivir en la soledad... nada más podía encontrar en ese lugar...


Y allí se quedó esa pequeña... escondida tras una gran hoja... esperando y ahora, solo esperando... que su sueño se volviera realidad y que su temor se acabara... y allí aún te espera... siempre soñando con que tu... quien ni si quiera la conocer... aprendas... a quererla...




Kazeai