Tan solo escuchó el leve susurrar del viento y abrió los ojos... sorprendida por el sonido que producía el roce de las hojas de los árboles... sorprendida ya que en su torre nunca se escuchaban tan cercanos...
Cuando logró ver a través del rayo de sol que caía sobre su rostro, se dio cuenta que ya no estaba en la fría torre que diariamente vivía, ya no estaba en aquel castillo custodiado por su querido dragón... habían árboles frente a ella y se sentía el aroma a tierra húmeda... la luz era levemente verde gracias a las hojas que ocultaban el cielo de la vista y se sentía la vida en cada rincón...
Se levantó suavemente de la raiz en que dormía y su vestido de princesa, tantas veces oculto, tantas veces dañado, relució con un brillo inusitado, con sus pasos demostró su belleza real, demostró que ella no era solo una persona más...
Comenzó a caminar por aquel hermoso bosque, buscando algo que le explicara la razón de haber llegado a ese lugar, buscando con el corazón en la mano alguien con quien hablar...
El susurrar del viento alzaba sus cabellos y la hacía sentir segura, guiaba sus pasos, como diciéndole donde ir, como susurrándole palabras hermosas que poco a poco eliminaban la melancolía que invadía su corazón...
Aquel lugar tan bello, el susurrar del viento, en cantar de las aves y la vida que la rodeaba, hicieron que la pequeña princesa despertara al mundo, sientiera latir su pecho de nuevo, y comenzara a acompañar al viento en un canto dulce y alegre, uno que acompañaba a las aves, uno que alegrara el alma... uno de su espíritu que volvía a despertar de aquella oscuridad que siempre la rodeaba...
Luego de unos instantes que olvidaron si eran segundos o siglos... aquella princesa llegó a un claro, un lugar cálido y hermoso donde los árboles dejaban paso a las flores y toda vida que quisiera alojar... en ese lugar ella se puso a bailar, cantaba y bailaba como una niña pequeña, como si ningún dolor hubiera pasado por su corazón, como si todo hubiera sido tan solo un sueño... volviendo a creer en la posibilidad de ser feliz... de pronto, una voz mucho más ronca que la suya comenzó a acompañar su canto... unas manos cogieron las suyas y guiaron su baile... unos ojos hermosos la observaron y le sonrieron... un duce y encantador príncipe vestido con mallas estaba bailando con ella, la guiaba y le sonreía... era un hermoso rostro que ella nunca había visto, uno que sabía era aquel que se quedaría con ella y sabía que quería estar siempre con él, por que su pecho latía demasiado y pareciera flotar en las nubes...
De pronto todo se volvía borroso, de pronto, su voz no sonaba tan clara...
Un rayo de luz caía sobre su rostro decendiendo directamente de su ventana... abrió los ojos y vió su amada torre recibirla una vez más en la mañana... estaban todas aquellas cosas que ella amaba y comenzó a levantarse... mientras buscaba lo necesario y pensaba en darle un abrazo a su dragón comenzó a recordar su sueño, quizás demasiado fantástico, a pesar de los bellos sentimientos que en él aparecían... los príncipes ta cual como ella los soñaba, no existían... y aunque nunca podría ser llamada "de encantador" siendo de su querido príncipe encantador... pensaba que quizás algún día alguien le produciría un sentimiento parecido... y por ello, solo debía seguir esperando...
Tsukiko
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