viernes, 3 de octubre de 2008

Un mundo ajeno


Romanticismo de dulce color... fuerza de la vida que me hace caminar...
Bellas estrellas invisibles detrás de tan oscuras nubes.. luna preciosa y melancólica, siempre a mi lado...
Una hermosa noche la hoja de la alegría cayó del árbol con la esperanza de encontrar el mundo del que provenía... deseaba ser deliz, al igual q aquellos a los que se acerca...
Pero mi dulce hoja... el mundo que está bajo del árbol no es aquel de donde provienes... ese mundo de donde ambas, tu y yo Brisa, venimos está muy lejos de acá... En un lugar donde los ojos no pueden llegar, por lo menos no los ojos del rostro... si alguien deseara conocerlo, solo podría llegar desde ese lugar que tanto llena, desde aquel ser que muchas veces abandonan...

Ojos, de esos transparentes, con la pequeña visión de una lágrima en ellos... esos puros pero húmedos, llamando a acercarse... rogando apoyo...
Mi dulce y amable luna, que en conjunto con el viento, me hacen sentir en aquel lugar que se que pertenece a mi alma, aún cuando yo no haya venido de allí, todo mi ser me grita que desea regresar...
Brisa... parte de la vida que flota en aquel, mi amado viento, parte del mundo que aparece ante mí lleno de magia, cada noche que cierro los ojos y me dispongo a dormir... Me atrae, y yo no puedo llegar... no puedo ir... y en mis sueños solo puedo ver que tan lejos estoy...

Brisa... brisa... cada día me llama aquel mi viento cuando sopla en mi oído, esperando el momento en que pueda salir con él... solo deseo ver y ser...

Vacío de la vida, complementado con la fuerza de los sueños, en conjunto con mi amado ser y separándose con la melancolía y pequeña tristeza que decidió instalarse en mi alma, esa que viene conmigo, esa que siempre ha estado, esa que aún nadie ha podido percibir en mis ojos...

Ojos llenos de sentimiento... ojos transparentes... fáciles de descubrir... sinceros... alguien sabrá leerlos algún día??... Nunca nadie lo ha hecho...

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