Otra acompasada y pasiva noche..
Esta oscuro ambiente que rodea mi soñado existir comienza a inundarme poco a poco...
Esta noche salí a conocer aquella inspiración de oscuridad que cada vez me hace soltar más palabras de mi alma... y me encontré con mi dulce y amada amiga... mi plateada tsuki... la luna...
Te vi, amiga de mi alma, ser del cielo, existencia eternal que hace vibrar mi delicado interior, te vi llena de pálidas vestiduras, pero siempre brillante y presente...
Dulce existencia que vives en un mundo fuera de la vida... soñado resplandor que me hace mirarte deseando nunca dejarte, no alejarme de tu presencia, de los fuertes latidos que me provocas... del viento soplando en mi rostro... de la noche invadiéndome en una triste y bella agonía...
Miro a mi ventana y siento tu presencia, siento las luces de mi alma atraídas por ese tu resplandor, por la acompasada compañía del lucero que cada primavera aparece frente a mi ventana, aquel lucero que aunque no es mío, me mira de una manera cariñosa y melancólica, ese que tantas veces vio mis lágrimas... que tantas veces me acompañó, que junto con mi tsuki no me dejaron sola...
Kaze... tsuki... no me dejen sola, mis únicos y verdaderos compañeros, dulces señores, amables compañeros...
Esta noche, luego de un largo tiempo mis ojos se volvieron a llenar de un brillante replandor que se tradujo en líquido, en uno preciado, en uno doloroso... uno que se desprende de mis ojos... transparente como nunca... brillante y triste..
Esta dulce noche siento que la melancolía está de otra forma junto a mí, de una manera que hace soñar, soñar con el futuro, con el pasado, con el presente...
Soñar que las decisiones equivocadas nunca se hubieran tomado, que mi ser fuera mío y tan solo mío... que nadie más viniera a entrar en mi alma, en mi ser... desearía nunca haber entregado tanto de mí a una persona...
Fría oscuridad, alumbrada por esa brillante palidez... por la única que está conmigo... solo ella y Kaze me conocen... me sienten.. me ven...
Tengo una luz, mezclada con una pequeña brisa, todo lleno de amor y paz... solo que nadie supo encontrarlas, hasta tal punto que se ocultaron demasiado... ahora no quiero que nadie las descubra... por que solo podrían dañarme...
Kazeai... mi nuevo ser, mi nueva vida... m nueva alma...
Existirán lágrimas por aquella a quien dejé, pero ya no podré volver a sentir lo mismo... ya no...
Déjame volver a ver un par de ojos sinceros, sin miedo a que todo sea una mentira, evitando esa proteccción que me formé frente al dolor sufrido... No dejes que mis ojos vuelvan a encontrarse con esas perlas platedas llenas de melancolía, ni que vuelva a entregar mi ser a los recuerdos mezclados con la extraña semejanza de la vida con la fantasía, recuerdos de mucho, muchismo tiempo atrás ... cuando soñaba con el amor, y no lo odiaba... ahora, no lo odio, pero le temo...
Ahora solo espero a mi dulce y bello príncipe que vendrá eviado por mi Tsuki, o bien será Kaze mismo quien venga y me hable...
No lo se, pero por ahora... solo puedo sentirme sola...
Kaseai
Esta oscuro ambiente que rodea mi soñado existir comienza a inundarme poco a poco...
Esta noche salí a conocer aquella inspiración de oscuridad que cada vez me hace soltar más palabras de mi alma... y me encontré con mi dulce y amada amiga... mi plateada tsuki... la luna...
Te vi, amiga de mi alma, ser del cielo, existencia eternal que hace vibrar mi delicado interior, te vi llena de pálidas vestiduras, pero siempre brillante y presente...
Dulce existencia que vives en un mundo fuera de la vida... soñado resplandor que me hace mirarte deseando nunca dejarte, no alejarme de tu presencia, de los fuertes latidos que me provocas... del viento soplando en mi rostro... de la noche invadiéndome en una triste y bella agonía...
Miro a mi ventana y siento tu presencia, siento las luces de mi alma atraídas por ese tu resplandor, por la acompasada compañía del lucero que cada primavera aparece frente a mi ventana, aquel lucero que aunque no es mío, me mira de una manera cariñosa y melancólica, ese que tantas veces vio mis lágrimas... que tantas veces me acompañó, que junto con mi tsuki no me dejaron sola...
Kaze... tsuki... no me dejen sola, mis únicos y verdaderos compañeros, dulces señores, amables compañeros...
Esta noche, luego de un largo tiempo mis ojos se volvieron a llenar de un brillante replandor que se tradujo en líquido, en uno preciado, en uno doloroso... uno que se desprende de mis ojos... transparente como nunca... brillante y triste..
Esta dulce noche siento que la melancolía está de otra forma junto a mí, de una manera que hace soñar, soñar con el futuro, con el pasado, con el presente...
Soñar que las decisiones equivocadas nunca se hubieran tomado, que mi ser fuera mío y tan solo mío... que nadie más viniera a entrar en mi alma, en mi ser... desearía nunca haber entregado tanto de mí a una persona...
Fría oscuridad, alumbrada por esa brillante palidez... por la única que está conmigo... solo ella y Kaze me conocen... me sienten.. me ven...
Tengo una luz, mezclada con una pequeña brisa, todo lleno de amor y paz... solo que nadie supo encontrarlas, hasta tal punto que se ocultaron demasiado... ahora no quiero que nadie las descubra... por que solo podrían dañarme...
Kazeai... mi nuevo ser, mi nueva vida... m nueva alma...
Existirán lágrimas por aquella a quien dejé, pero ya no podré volver a sentir lo mismo... ya no...
Déjame volver a ver un par de ojos sinceros, sin miedo a que todo sea una mentira, evitando esa proteccción que me formé frente al dolor sufrido... No dejes que mis ojos vuelvan a encontrarse con esas perlas platedas llenas de melancolía, ni que vuelva a entregar mi ser a los recuerdos mezclados con la extraña semejanza de la vida con la fantasía, recuerdos de mucho, muchismo tiempo atrás ... cuando soñaba con el amor, y no lo odiaba... ahora, no lo odio, pero le temo...
Ahora solo espero a mi dulce y bello príncipe que vendrá eviado por mi Tsuki, o bien será Kaze mismo quien venga y me hable...
No lo se, pero por ahora... solo puedo sentirme sola...
Kaseai
1 comentario:
El amor es un sentimiento increible capaz de llevarnos al cielo y al infierno de un segundo a otro. Pero siempre valdra la pena sentirlo aunque uno muera en el intento.
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