Envuelta en el frío de una noche, la niña de los ojos tristes vuelve a mirar al cielo, no está triste su alma, no hay sufrimiento en su pecho, aún así lágrimas corren por su rostro, lágrimas que no son causadas ni por la tristeza, ni por el dolor... lágrimas que hace mucho necesitaban salir, que hacían a sus ojos cada vez más tristes, cada vez más fríos... lágrimas de melancolía, de sueños aún esperados, de sonrisas ocultas... la soledad, eterna compañera, ahora no está dañándola, la acompaña a veces, pero no como una real y física apariencia, cno como frialdad en el pecho, solo está por que le encanta estar, por que no pueden vivir una sin la otra...
Hay fuerza en su alma, hay decisión en su mirada, a pesar de que se ve frágil y tiembla bajo el frío que la rodea, esta pequeña espera algo, mira el cielo y espera... quizás quiere tan solo encontrar a su amiga...
La noche oculta fielmente sus lágrimas, la envuelve con mantos de oscuridad, pero la hace temblar, aún no sabe ser sútil, aún la lastima al ocultarla... y esa pequeña... necesita esar oculta, necesita que su debilidad no sea conocida, necesita que nadie conozca q su pecho es fácil de dañar, por que si alguien lo sabe, caerá...
Un suave soplo del viento la abraza... como necesita ese abrazo, mensaje y sueño... un amigo querido y amado, que está separado de ella, de manera que solo puede escucharlo y sentirlo de una forma lejana...
Pronto el temblor de su cuerpo es demasiado y sus manos se acercan a su rostro para borrar la huella de aquel extraño momento en que sus ojos se manifestaron sin una razón aparente, su espera observando al cielo había durado mucho por esa noche, y su querida amiga, esta noche no le habló... quizás por que estaba celosa, quizás por que ya no la quería, quizás estaba ocupada... ella no lo sabía... solo sentía que extrañaba su voz...
Suave y tristemente comenzó a dedicarle una canción al viento, y sintió su presencia más fuerte que nunca, fue extraño... pero era como una despedida...
La noche retiró sus brazos de alrrededor de la niña, y permitió que fuera notoria, quizo transmitirle algo de sentimientos, pero ella caminaba sin ver, pensaba y miraba el vacío, no sintió cuando la noche tocó su hombro, no sintió cuando ella quizo susurrarle al oído... y volvió a su lugar... volvió y vio sonrisas, sonrisas que podían lograr crear la suya... sonrisas sinceras... ella sonreía y no mentía, sabía que era feliz aquí, sabía que podía ser feliz, pero la melancolía que le infundía la noche y el sentimiento que le causaba el viento, nunca cambiarían....
Kazeai
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