sábado, 23 de mayo de 2009

Historia de una niña



La niña de los ojos tristes salió a caminar una noche, salió a visitar a la hermosa Luna...

Caminaba y suspiraba, soñaba y conversaba con su muda compañera... le contaba sus sueños y anhelos, le explicaba razones y pensamientos, la miraba y le sonreía.... le contaba la razón de la tristeza de sus ojos....

La pequeña niña miraba a su alrrededor y suspiraba... amaba a la Luna, su exquisita compañera, pero se sentía sola....

Luego llegó Kaze, con un abrazo eterno e intangible, la reconfortó... aquel que sostenía sus sueños, aquel que tantas veces la animó... aquel, su único confidente...

Esa pequeña siguió su camino, miraba y distinguía presencias a su alrededor, pero no veía a nadie... nadie era de allí....

En un dulce convenio, Kaze y Tsuki le hicieron un nido de rayos de luna, hojas traídas por el viento, oscuridad tranquilizadora, soplo leve y relajante... mezclado con un poco de melancolía... compañera eterna de aquella niña.... tomaron de la mano a la pequeña, y le regalaron ere lugar, le dijeron que durmiera allí... porque ese lugar la tranquilizaría... solo en ese lugar no sentiría tristeza, siempre los sentiría a ellos y podrían acompañarla, y quizás, la soledad no sería tan fuerte...

La niña se acostó en ese nido de belleza y melancolía.... sintió su pecho llenarse de una triste alegría, sintió que quería estar allí, que necesitaba calor, pero mientras llegara... estaría en ese lugar....

Poco a poco, esa pequeña creció y no sintió el paso del tiempo, no notó que las cosas cambiaban poco a poco, no aprendió muchas cosas importantes, pero tampoco sufrió demasiado... estaba en ese lugar que amaba, pero hacía llorar su alma de una forma casi dulce....

Kaze y Tsuki estaban con ella, de alguna u otra forma, pero se seguía sintiendo sola....

Esa pequeña, ahora más grande, dulce y triste... estuvo demasiado en ese lugar, y cuando decidió salir, se dio cuenta que había algo que la ataba aún, aún no sabía si realmente quería irse, aún no se decidía a desatar sus pies...

Esa pequeña, decidió encerrarse en su corazón, y tratar de aprender mucho de lo que perdió, tenía miedo esa niña, estaba muy asustada por lo que pudiera pasar, pero aún así seguía pensando... sabía q en ese lugar era la reina... y tenía miedo de perder ese don... pero quizás, cuando saliera, se daría cuenta que era princesa, o simplemente notaría que era alguien mas...

Un soplo de Kaze la alento, un brillo inesperado de Tsuki la animó... y siguió con su pensamiento, aún esperando el momento en que su alma se decidiera a desatar sus pies, y quizás pudiera volar...


Atashi ha na yume gozen...


Kazeai

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