lunes, 11 de agosto de 2008

A la luna triste

Esta noche. la luna está más alta que de costumbre, esta noche, oculta bajo sus hermosas ropas vaporosas ella me llama... Luna, te escucho... estás??
Casi no puedo verla, oculta entre sus ropas, envía sus fuertes susurros a mover las hojas... estás??... dice... me escuchas??... agrega... la miro, y casi no la veo... hay brillo en ella... algo me dice que está triste... quisiera contestarle... deirle tantas cosas, y al mismo tiempo solo verla...
Hermosa luna, señora de la noche, que cubierta en tus bellos mantos grises, y rodeada por aquellas brillantes amigas tuyas, que guiñan coquetas sus luces, solo para animarte... no llores luna.. ellas están contigo...
Ven... me pide... y tan solo puedo verla... como quisera, le grito... si tan solo pudiera acompañar a mi querida amiga de noche...
Oh luna... no me dejes sola, no te ocultes, quiero verte... quiero que mis ojos transmitan la energía que necesitas... tu siempre estás conmigo... cada noche que veo tu reflejo en la ventana, siento que estás conmigo...
Tu... solo tu... luna... no llores, quiero ir contigo... como puedo hacerlo??.... Alivianate, me dice... no entiendo a que se refiere... pero me escucha, y siento su presencia.. como quisiera estar a su lado...
De pronto llega la comprensión, su voz, más suave y triste me dice... tan solo tus ojos... tan solo tus ojos podrán subir, unidos con el alma, a quedarse junto a mi...
Quiero acompañarte luna... tal vez... lo logre...
Esta noche... esta noche subo contigo luna... aún me veo, un fulgor plateado... pensar que en último momento tuve un parecido a ti querida luna...

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