jueves, 5 de mayo de 2011

Ella y su sonrisa...








Su canto... era una leve melodía en ese mundo vacío... aparecía simplemente triste, simplemente soñadora, en un lugar donde no había nadie, a pesar de que estaba lleno de gente, un lugar vacío y solitario... que solo era parte de se mundo donde quizás existían personas... pero todas eran o querían ver a los demás... invisibles...


Esa mujer de los ojos suaves, sentía que el mundo no quería verla, sentía que su voz solo estaba jugando en la realidad... sentía... que sus sueños, nada cambiaban, no podían lograr que nadie se alejara de cuanto quería para si mismos...



Caminaba dulcemente por aquellos caminos... tratando de sonreir a todas las personas que pasaban... quería ver los sueños en sus ojos, quería tomar sus manos cuando estaban tristes, quería abrazarlos cuando se sintieran solos... solo quería ser alguien que pudiera acompañarlos, alguien que pudiera darles aquello que necesitaban para ser felices, pero que no podían alcanzar...


Esa pequeña... decidió vivir con ellos, deseó lograr dar cuanto más pudiera para verlos sonreir... solo quería darles una suave cálida esencia, quizás de ese modo, aquellas miradas tristes, aquellos seres amargados, lograrían ser diferentes... quizás... si todos pudieran ayudarse unos a otros, el mundo sería mucho más fácil... y más amable...


Pasaron los días, y se sentía tan bien!, ya todos sonreían... le daban las gracias por cuanta alegría había traído a sus días, por enseñarles a vivir lo que realmente valía, lo que sentía, que era parte de ella.


Se acercaron a ella, le ofrecieron toda clase de cosas, para agradecerle cuanto había hecho por ellos, le dieron dulces frutas y bellos regalos, todo cuanto una persona quisiera recibir...


Y así siguió pasando el tiempo....


Y así... Aquel lugar tan oscuro... ahora se veía lleno de vida y sonrisas... las personas... comenzaron a hablar entre ellas, sonreir, conocerse... y vivir como si fueran más una comunidad...


Así el tiempo pasaba... y la dulce pequeña... poco a poco se fue quedando más sola...


Las personas que tanto le agradecían... ahora que eran felices, poco a poco se fueron olvidando de ella... solo acudían cuando necesitaban su ayuda... cuando se sentían mal, cuando estaban tristes... pero cada vez que ella les pedía algo... le pedía solo un minuto de compañía... o solo un oído para que la escucharan, para explicarles este indecifrable sentimiento que nacía en su pecho... ellos no escuchaban... no tenían tiempo... tal era su nueva vida... que ya no podían dedicarse a ella....


Con el paso de los años... esa dulce y suave niña... se fue volviendo una triste y solitaria mujer... ya nadie iba a verla... nadie la escuchaba, nadie si quiera la buscaba... era muy doloroso sentirse así de sola... a pesar de tener a muchas personas alrededor...


De alguna manera... la felicidad de los demás ya no le bastaba... veía sus sonrisas y era feliz por ellos... pero el vacío... aquel vacío... ya nadie podía llenarlo...


La oscuridad... aquell fría... y amarga... comenzó a llenar su pecho... a invadir su mirada... ya no era linda, ya no era alegre, ya no le agradaba a las personas...


Poco a poco... aquellas personas que estaban llenas de la alegría que un día ella les enseñó... comenzaron a incomodarse con su presencia... era muy triste... muy oscura... ya no debía estar con ellos, no pertenecía a ese lugar... había cambiado... y en ese pueblo, solo podía haber gente amable...


Y así... un día... aquellos que habían aprendido a reir... le dijeron que ya no podían mantenerla... que ella debía irse... porque además... ya no pertenecía a ese lugar...


Y fui allí que ella lo recordó... la soledad un día le dijo... que las personas nunca la alejarían, porque cada persona vive para si mismo... y si existe alguien que desee vivir para los demás... nunca podrá ser feliz... esa persona debía desaparecer, tan solo... para dar paso a la soledad...


Un día... cálido, la pequeña, ahora mujer, volvía a caminar por el mundo... ahora con un bolso en su mano y una expresión triste en el rostro... sus ojos estaban cerrados... ya no quería ver la realidad... no quería ver a las personas... era doloroso defraudarse de ellas... nadie... se quedaría... todos solo tomarían aquello que ella pudiera darles y se irían...


Ahora solo caminaba... no quería encontrar más personas... solo quería caminar sin ver ni pensar en nada... para ásí olvidar el dolor en el pecho... de aquellas personas que ella quiso, que deseaba animar... que luego solo olvidaron sus más preciados recuerdos, olvidaron dejar de ser para ellos mismo... y comenzar a ser... quien ya no podían ser...


El mundo olvidó la verdadera sonrisa, olvidó cual era en realidad el deseo de la esencia de la existencia... ahora... solo dejó a las personas vivir para si mismas...


Aün hoy la suave niña vaga por el mundo... en busca de las personas que deseen sentir su presencia... y tan solo darle un abrazo... solo para sentir que el mundo no es tan frío...



Kazeai

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