lunes, 18 de abril de 2011

La ciudad renacida












Ciudad renacida



Una pequeña... una niña... no... en realidad... su cuerpo era de una mujer... caminaba en la tierra... tratando de encontrar su mundo... Tenía unos preciosos vestidos blancos... unos que parecían volar alrededor de su cuerpo... unos que la hacían parecer diferente... no solo una persona más...



Cada paso que daba... era como si una brisa susurrara en el parque... como si la frescura fuera avanzando... pero... era un caminar demasiado largo... caminaba y caminaba... sin detenerse en ningún instante... ni para comer, ni para pensar, ni para soñar... solo caminaba y buscaba, una y otra vez buscaba...



Lágrimas comenzaron a caer de su rostro... mientras el mundo se derrumbaba ante sus ojos... toda aquella belleza, todo el verde que una vez existió, la presencia, las existencias de todos aquellos seres que vivían de la tierra... ya no estaban... solo se mantenía un eco de lamento constante... un sollozo... de aquellos que fueron despojados de su vida...



Era extraño... ella sabía que el mundo no era así... pero ahora todo era gris y oscuro... solo formas sin vida, extrañas formas altas e imponentes, pero sin ni un poco de vida... solo frialdad... ya no existían los bosques... los animales habian desaparecido... y las sonrisas dejaban de existir...



Esa mujer... ocultando el rostro en sus manos... se detuvo... los años habian pasado... y ella lo había olvidado... no podía recordar el mundo... en su mente solo habían bosques y lagos... solo todo aquello que alguna vez fue el verdadero dueño del lugar...



Sus piernas flaquearon y el mundo dió vueltas a su alrededor... no podía ser, aquello tan frio... no podia... no quería... que fuera su mundo... Su suave existencia comenzó poco a poco a ser más traslúcida... aquella hada de la realidad... se quería alejar de cuanto le hiciera un mal, de cuanto algún día destruyó lo que era la vida de los seres de la tierra... Pero... ella debía quedarse... el lo había decidido, y ya nada podía hacer... así que...



Poco a poco levantó su mano al cielo... y las nubes se alejaron... miró muy alto... y el sol le sonrió... aquella era la persona que debía proteger cuanto fuera de él... en eso estaba la suave hada... buscando en el mundo que debía arreglar, hasta que un suave pájaro se posó en su mano... la miraba con curiosidad... como queríendo sonreir... pero no podía hacerlo...



Aquella dulce persona... dejó de moverse y sintiendo la presencia de este ser... comenzó a sentir la fuerza de la vida... aquella que casi fue destruida... pero que el mundo supo esconder, para lograr conservarla....



Poco a poco comenzó a cantar... siguiendo la melodía del ave... tratando de recuperar cuanto era... y así... el mundo, se empezó a teñir de verde... suavemente... los muros se llenaron de flores de colores, los espejos de enredaderas... y el mundo de aves... ese lugar se convirtió en una especie de jardín de primavera... Las personas... en ese instante, aparecieron... salieron de sus casas y comenzaron a sentir la vida... la verdadera... aquella que nace de la tierra y del mundo... Y fue así, que la jóven hada... logró recuperar el mundo... logró sentir y responder cuanto le habían pedido...







Abrió lo ojos... durmiendo en el parque... cualquiera siente el aroma de las plantas... y ella que pensaba que era el mundo que había cambiado.... pues no, solo había despertado, y volvía a ser una simple persona más... ya no más hadas ni historias fantásticas... a pesar de que solo se trataba de un sueño... ella sabía... que debía hacer magia... con la realidad.






Kazeai