Un día, el viento salió a recorrer el mundo... le gustaba sobrevolar por hermosos lugares sintiendo el susurro que producía el rozar las hojas de los árboles... amaba como los bosques respondían a su llamado y le gustaba soñar con días y noches de suaves sonidos donde cada existencia sintiera su deseo de tranquilidad.
Un día... cuando recorría el mundo... sintió un suave susurro, que no era aquel que el poducía, pero sonaba tan bello... se acercó muy lentamente, apenas moviendo las hojas... y allí, en un rincón, había una niña cantando... cerraba los ojos y parecía que entregaba su alma al canto...
El viento sintió latir su corazón más fuerte, sintió ganas de estar a su lado y cantar con ella, hacer que ella abriera sus ojos y abrazarla... pero cuando se acercó más a ella, solo pudo mover sus cabellos... el era el viento, no tenía cuerpo, no tenía forma... solo podía pasar por su lado...
El viento comenzó a llorar amargamente, sintiendo el amor que tenía por esa pequeña... quizás si seguía escuchando su canto, su tristeza se aliviaría un poco... y allí se quedó, mientras ella cantaba... la escuchaba y movía sus cabellos para que ella se sintiera más fresca y no dejara de cantar...
Pero... ese momento debía llegar, y ella detuvo su canción... estaba cansada y debía seguir con su vida... se comenzó a alejar, mientras el viento no soportaba el dolor, no podía detenerla... solo podía escucharla...
El viento, regresó a su camino, pero el roce de las hojas ya no lo animaba, ni el sobrevolar el mundo lo relajaba... en todas partes buscaba una nota de la pequeña que lo cautivó...
Con el tiempo... el dejó de recorrer tan seguido... y las lágrimas comenzaban a caer... y la gente del mundo se extrañaba que calleran gotas de un cielo sin nubes.... se extrañaban de que el aire parecía más seco, que parecía que faltaba el aire...
Pero un día... un preciado día, la niña volvió a aquel lugar...y volvió a cantar... ella... se sentía sola, ella sentía que algo le faltaba, sentía que había algo que debía buscar. Y fue allí donde el viento la encontró, y fue allí que ella se dio cuenta de su presencia... y fue allí donde ella decidió cerrar los ojos cada vez que el viento se acercara... y fue allí que ellos decidieron quererse...
¿Que puede hacer el viento enamorado de una humana?
Desde ese día, el viento comenzó a sentirse más y más fresco, desde ese día la pequeña comenzó a ponerse más y más melancólica y solitaria... desde ese día lo terrenal se unió con lo eterno y ya no se pudo separar...
Y es así... que aún ahora... el viento busca el canto de la pequeña... y si te pones a susurrar una suave canción, cerca de donde el pasa... sentirás una brisa que recorre tu alma, te sentirás más fresca y acompañada... será el viento que te agradece... un recuerdo de su pequeña...
Kazeai
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