jueves, 22 de julio de 2010

Aquella persona



Este lugar es demasiado común para alguien distinto...

Despierta!... despierta... leve amanecer de sueños ocultos... despierta a aquella que no quiere abrir sus ojos...
Está ahí... la conocen... existe!, la ven... pero nadie llega a saber realmente quien es, las personas caminan y hasta corren! pero nadie la mira a los ojos, ya nadie puede conocer a ese tipo de personas, ¿es acaso que llegó a ese punto la humanidad?
No... quizás solo es una apariencia... porque el mundo no puede ser tan cruel para las personas que quieren darlo todo...


Aquella persona nació en aquel lugar nublado... es un mundo normal... aunque a veces es muy frío. Está lleno de personas, completamente inundado de gente, pero es extraño verlos, muchas veces las personas pasan unas al lado de otras sin si quiera mirarse, sin darse cuenta que hay una esencia a su lado. Hay veces que las personas logran verse con otras, y algunas hasta se abrazan.. pero no todas trasmiten la esencia transparente que es tan agradable de percibir... esa cálida... esa cariñosa...
Aquella persona los veía pasar, cada día se sentaba en un lugar lleno de gente, a observarlas, tan solo unos pocos minutos bastaban para sentir sus esencias, tan solo unos instantes para descubrir si quería mantener su presencia en ese lugar... en ese instante comenzó a recordar... a pensar... aquello que tanto pesaba y solía... aquello que era ella misma...
Ella era alguien con alma pura, ella quería regalar la tranquilidad al mundo... ella quería ser aquel que hiciera sentir mejor a todas las personas... ella... no lograba ser feliz mientras no viera sonreir a las personas de ese mundo...
Así que hizo nacer una sonrisa en su rostro... y comenzó a acercarse a las personas... a distintas, a varias, a la gente que veía triste, a aquellos que veía preocupados... a aquellos que quizo atraer de vuelta a este mundo. Era preciosa esa sonrisa, era tal que contagiaba a quien se acercara, animaba y acompañaba, era exquisita y tan agradable tenerla cerca... esa presencia cálida...
Luego comenzó a escucharlas... cada persona era tan diferente!! habían sufrido bastante... y era entendible su frialdad... cada día vivían cosas tristes, cada día se desanimaban por algo, cada día lloraban... pero se do cuenta de algo... esas personas hablaban de su dolor... vivían demasiado inmersos en él... al punto que aún cuando fuera muy pequeño, las destrozaba como nunca, y el dolor que nacía en ellos los concentraba tanto... que olvidaban lo de fuera, dejaban de mirar el mundo, dejaban de recordar quienes estaban a su lado, comenzaban a caminar pesado y no notaban la gente que empujaban a su paso, o se sentían tan enojados con el mundo que decidían hacer los mismo que hacían con ellos... dañar al mundo más de lo que el mundo los dañaba a ellos...
Esa persona, empezó a decirles cosas exactas, ver sus dolores, ver sus daños y decirles como sanarlos, usaba palabras cálidas y hacía que las heridas sanaran poco a poco... así las personas se sentían más alegres... más tranquilas... se sentían tan bien!! y ella era feliz por que podía ayudarlas...
Pero... siempre hay un pero...
Un día aquella persona comenzó a sentir un dolor muy hondo, era un dolor fuerte en su pecho, que no la dejaba respirar... no entendía muy bien porque, pero necesitaba ayuda...
Se acercó a las personas que sentía más cercanas a ella misma... se acercó para pedirles ayuda, necesitaba el calor... por que se pecho estaba muy muy frio... y dolía de una manera llorosa... llegó conteniendo las lágrimas junto a esas personas... pero... cuando la vieron, ellas corrieron, le dijeron cuanto la extrañaban, y comenzaron a contar sus problemas, comenzaron a pedir ayuda...sus miradas estaban tan llenas de ruego... que aquella persona decidió guardar su dolor para el final, primero las ayudaría... no podía cargarlas con aún más peso en su pecho... pero... otra vez un pero... cuando ella terminó de ayudarlas, las personas sonreían y se alejaban, nadie se quedaba a escucharla, nadie la ayudaba a acabar con ese dolor en el pecho...
Decidió alejarse un tiempo, esa cálida presencia estaba congelándose... y pronto no tendría fuerzas para sonreir... así que decidió dejar el mundo que conocía...
Y fue en ese instante que entendió... que la soledad no podía sacarse de su esencia... ella era quien podía ayudar, pero nadie la ayudaría... porque... este mundo, donde viven las personas, siempre pondrán primero su tristeza... siempre querrán ser ayudados antes de ayudar... siempre... la dejarían sola... un ser como ella... no podría sobrevivir en ese lugar...
Y allí estaba... sentada frente al mundo, sintiendo las presencias... ya había olvidado su sonrisa... un par de gotas rodaban desde sus ojos... ella no entendía que eran... no entendía de donde salían.. solo sabía que dolían...
De pronto... una sombra cubrió su rostro, y al levantar la vista se encontró con una mirada pura... hacía tanto que no veían una!!... era una Señora... una que estaba mirándola insistentemente... acercó su mano y la puso sobre la cabeza de esta persona... sonrió... si, esa señora sonrió bastó que eso hiciera, para que el corazón de aquella persona se tranquilizara... luego solo escuchó unas palabras... decían "tranquila, el mundo es cruel, pero aún tiene cosas bellas"...
Tan dulce sonó ese consuelo, tan amble sintió el tacto... que aquella persona volvió a sonreir.... a pesar de que solo fue una señora que pasó frente a sus ojos unos breves minutos... ahora tenía un nuevo consuelo... se repetía una y otra vez "no soy la única"...


No hay que ahogar ese tipo de personas que nos dan la fuerza... nunca nunca olvidemos que ellos también necesitan ayuda...

Kazeai

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