domingo, 17 de enero de 2010

Aquella noche



Arriba de un árbol... quizás encima de una nube... tal vez llevada por las aguas de un río... lo que sea, con tal de no estar aquí...

Chiquitita... una pequeña con unos extraños vestidos, una que parecía haber salido alguna vez de un cuento... pero que había sido hacía tanto, que esos antaño hermosos vestidos, ahora eran solo telas sucias y rotas, colgando sin forma ni diseño, el brillo ya no existía... y apenas se podía distinguir el color que alguna vez tuvieron esos maravillosos tejidos. Al parecer esa pequeña estaba muy asustada... su cuerpo temblaba en el rincón en que estaba oculta, detrás de ese arbusto y sus ojos no podían ser más tristes... tomaba con sus brazos una pequeña muñeca, una que... parecía toda su vida, la abrazaba como si fuera su única compañera en el mundo...

Era de noche, y la pequeña seguía oculta en ese lugar, aún temblaba, aún abrazaba a ese dulce muñeco, sus ojos miraban al horizonte, parecía que escondía muchos pensamientos, parecía que el dolor era notorio en sus pupilas... rogaba... le rogaba a la noche silenciosa, sollosaba y pedía una y otra vez... su apoyo, le pedía aquella comprensiva mirada, ese abrazo que siempre entendería y estuviera con ella... le pedía solo una mirada cariñosa... parra sentir calor en su pecho... para alejar a esa dañina soledad...

A su alrrededor solo habían sombras, mudos espectadores del dolor... su cuerpo estaba muy debil, pero sus ojos seguían rogando, mirando las estrellas... pidiendo un milagro... un ruido... solo un pequeño ruido hacía que los temblores aumentaran y su tristeza parecía hacerse eterna... esperaba el grito, rogaba no ser encontrada... rogaba tan solo dormir para siempre... para no sentir más...

Esa frágil pequeña, había perdido su corona hacía mucho, había sido una princesa por tan solo unos segundos y luego había sentido desaparecer su mundo... ahora era solo una persona más, pero ella no podía entenderlo... solo se sentía inservible, solo se sentía sobrante... escuchaba voces que reían y pasaban detrás de ese alto muro, donde ella misma se escondió, detrás de mucho dolor y desesperación... que no pudo borrar, solo abrazaba su muñeca, fría parodia de compañía... doloroso recuerdo de la soledad que vivía dentro de su pecho, pero aún así... a pesar de eso, la necesidad era más fuerte, el dolor era tanto... que no podía alejarla... solo podía estar ahí, así... esperando... siempre esperando...

A lo lejos, una luz comenzó a llevarse consigo las estrellas, poco a poco fueron desapareciendo aquellas confidentes que ella cada noche buscaba, aquellas que sabían su dolor, las únicas que la acompañaban y entendían dentro de ese dolor...

La niña, poco a poco recogió sus raidos vestidos y corrió por aquel extraño lugar, corrió y dejo que el viento la hiciera olvidar... corrió y dejó que la fria y triste soledad se quedara allá, al lugar que volvería cada noche, en que cada segundo rogaría un milagro, cada instante... miraría al cielo y le pediría su regalo...

Luego de eso, llegó a aquel conocido lugar, ese oscuro y común, aquel que hacía doler su pecho... aquel que no sabía quien era ella, que solo le importaba que estuviera y cumpliera...

Un día más... solo un día más... quizás esa noche si ocurriría el milagro...si, seguro que ocurriría esa noche... por que si no... que más le daría fuerzas para estar en ese lugar?...

Kazaei

miércoles, 13 de enero de 2010

¿Que pasa?


que pasa

Algo le pasa a mi alma...
mi alma está dolorida y sensible... se acurrucó en un rincón con la piernas abrazadas como si hiciera mucho frío... tiembla... me asusta... no se que pasa y lágrimas caen de mis ojos... no entiendo, que pasa?... quien soy?... que hay dentro de mi?...
Los ojos cada vez están más opacos... poco a poco la oscuridad los consume... y no quiero!!!
Un frío resplandor ilumina lo poco y nada que queda de la sonrisa que un día existió y hoy es solo un recuerdo extraño y triste... quein puede ser la persona que debe estar en ese lugar tan frio y triste?... no, nadie quiere ni nadie querría estar... ahora la fria soledad es nada y las lágrimas son solo un charco transparente que poco a poco se evapora... no puedo pensar en nada y la mente se rodea de oscuridad... que pasa??... luz, luz... donde estas??... te necesito urgente a mi lado... por favor no te vayas... no permitas que la oscuridad lo cubra todo... si es así... yo.. no se que pasará.. no se que puedo hacer... no se... no se... tengo miedo...
Unos tibios brazos rodean mi existencia... y me acurruco en ese pequeño y suave consuelo... no puedo verlo... pero si sentirlo... es todo lo que tengo, es todo lo que soy en este instante... por que si se acaba el apoyo caeré sin más remedio...
La estrella que era mi guía se ocultó por segundos y las nubes consumieron el aliento y la mirada que brillaban cual pensamientos puros... la absorvieron y acabaron con mucho... pero solo por segundos... ahora, cuando aquella dulce estrella vuelve a aparecer, mi cuerpo está debil... y le es dificil soportar aquella reconocida calidez... ven a mi... ser incorporeo... ser absoluto... ven a mi... y me abrazas otra vez... por favor... que no puedo frenar el líquido que cae de mis ojos... que no puedo dejar de apretar mi pecho... como si ya no quedara nada más...
Si me abrazas... todo se vuelve más tranquilo... si susurras lindas palabras en mis oidos... mi pecho deja de temblar... si me dices que te parezco linda... bailaré para ti toda una noche... si te agrada mi voz. cantaré cuanto quieras... todo... para el ser, que aquel día que necesitaba compañía... me abrazó y entendió... sin palabras... sin explicaciones... solo entendió...

Kazeai

jueves, 7 de enero de 2010

Lejos del mundo de las sonrisas




mi voz


Un amable roble estaba con una expresión triste y absorto en sus pensamientos, habían seres a su alrededor, sonriendo y cantando, pero el roble miraba a la lejanía... donde se podía distinguir una dulce figura, era una princesa... una, que caminaba lentamente mirada ausente... cada ser envuelto en sus pensamientos, cada uno tan lejano... sus pensamientos eran tan fuertes... que pronto se podían escuchar... por los observadores... frios compañeros que nada cambiaban...

Roble: Vi una pequeña princesa que recogió sus largos vestidos y comenzó a caminar... desde aquí se podía distinguir lo débil y suave que era, aún a pesar de ser persona parecía que el viento estaba a punto de levantarla y llevársela... tan suave parecía que ni si quiera las hojas de los árboles se atrevían a rozarla, por miedo a lastimar ese cuerpo de cristal...

Su mirada estaba ausente... es cierto, era notoria en sus ojos la melancolía, nunca pensé haberla perdido, a esa querida princesa, nunca noté que su alma se estaba alejando de nosotros... pero ahora la veía caminar allá, en ese lugar tan lejano a mi, recorrer bosques y valles, todo para sentir su alma más tranquila... ay pequeña mía, ay dulce mujer de cristal... si tan solo pudiera traerte de vuelta, si tan solo hubiera estado conciente y la hubiera acompañado cuando ella más lo necesitó... pero no lo hice, así como nadie lo hizo... ahora solo puedo esperar que ella vuelva a mirarme, para llamarla, para acercarla... para abrazarla...

Princesa: Que triste el lugar al que llegué, es extraño pero la melancolía rodea los lugares que añoro... a pesar d eso, prefiero este lugar, a pesar de la soledad algo me retiene aquí... cuando estuve entre "ellos" estaba rodeada de personas, pero nadie se acercaba... las personas me hablaban con sonrisas en sus rostros... sonrisas sinceras si, pero luego se alejaban... era como si nadie me viera realmente, era como si nadie escuchara los susurros de mi corazón... Un día una tristeza cayó en mi pecho... no se cuando, no se donde, no se por que... solo se que un extraño dolor se apoderó de mi mirada y no podía soportarlo... quise hablarles... necesitaba pedir ayuda a "ellos" necesitaba un abrazo... un pensamiento... un "te quiero", un "estaré contigo", un "tranquila, yo te preotegeré y acompañaré"... pero al ver tantas sonrisas... no daban tiempo para hablar de ese dolor... era fuera de lugar... era extraño... era ajeno... "ellos" se acercaban y sonreian solamente, hablaban de si mismos y volvían a sonreir... más de alguna vez el ambiente cambió... eran momentos en que uno de "ellos" se acercaba con lágrimas en los ojos y me pedía ayuda... no podía ser débil, yo quería ayudarlos, quería verlos felices y tranquilos y mientras pudiera conservar sus sonrisas... estaría tranquila... solo que... poco a poco la oscuridad de mi pecho se extendió y mi cuerpo sucumbió... no entendía por que mi cuerpo temblaba y lagrimas comenzaron a caer de mis ojos... sin poderlas detener... yo no debía estar ahí, no merecía estar al lado de tal felicidad... la oscuridad me había consumido y debía seguir mi camino...
Desde ese día me fui y llegué aquí, este lugar es triste y mi pecho sufre aún mas cuando reconoce la soledad... pero se que es lo mejor y mi alma... mi alma me dice que busque a seres que me ayuden a sacar este dolor, que sepan reconocerlo y de tan solo mirarme entiendan mi sentimiento... quise mucho a esos "ellos" pero no eran para mí... se alejaban y no entendían... prefiero que sean felices... por ahora solo buscaré mi sonrisa... "ellos" no entendieron, no quisieron entender...

Roble: vi a mi dulce princesa... su sonrisa se había ido, ya más no puedo hacer veo sus pasos a la distancia y me pregunto si podrá volver a sonreir... la quise, es cierto... y aun siento ese cariño... pero una persona con esa mirada no puede quedarse aca... ya no la ayudamos, ya no volvió a sonreir... ahora debe alejarse... pero... no se por que... hay algo que duele en mi pecho... cuando la veo... un líquido cae de mis ojos...

Princesa: Adios mundo bello, adios lugar de sonrisas, espero sigas asi... te extrañaré... pero ahora debo buscar mi lugar... uno donde pueda sonreir....

Kazeai

martes, 5 de enero de 2010

Historia de una niña... y una mariposa



Una suave mariposa blanca revoloteaba cerca de aquel parque... buscaba por todas partes un color brillante que atrajera su mirada uno que le enviara mensajes, sintiendo su forma de ser. De pronto se encontró con una niña sentada en una banca. Era una joven que vestía de forma muy tierna, llevaba una falda corta que se movía al son del viento y los colores de su vestimenta atraían la luz... la mariposa se sintió llamada por tal aparición y rovoloteó dos o tres veces sobre ese oscuro cabello... pero como notó que la niña solo la observaba con curiosidad, con unos ojos llenos de lágrimas y una leve sonrisa en el rostro... sintió tristeza y quiso alejarse, para seguir en su búsqueda, olvidando a aquella pequeña.

La niña de vez en cuando secaba sus lágrimas, sentada en aquella banca sus piernas no estaban tranquilas, se sentía el fuerte palpitar de su corazón y sus manos contantemente iban a su pecho, apretándolo como si no quedara nada en el mundo.

Ella esperaba algo... no, realmente no, o quizás si... ni ella lo tenía claro, sabía que sentía dentro de si una necesidad imperiosa de acercarse a un lugar donde el viento pudiera jugar con su cabello, sabía que necesitaba el sonido de las hojas moverse a su son, mientras veía el verde invitarla a bailar... pero además de eso, nada sabía... y es que se acercaba a ese lugar cada vez que se sentía triste y sola... sentía que algo se apoderaba de su pecho, y por alguna razón la tristeza se debilitaba, pero la soledad era más intensa y presente, en esa espera eterna por algo que ni ella conocía, era dolorosa, porque cada tarde se debía alejar de ese lugar sin encontrar ninguna respuesta, con los ojos hinchados por las lágrimas que caían sin poderlas contener en su rostro y con un extraño y fuerte dolor en el pecho... uno que quizás a veces era llamado melancolía... pero que lastimaba cada uno de sus pensamientos y hacía que las lágrimas corrieran frenéticas, sin esperar su elección.

Pronto el cielo oscurecía y la niña ya caminaba de vuelta al lugar que era su hogar en este mundo, mirando los árboles... susurrándole palabras cariñosas al viento, el único que estaba con ella en esos momentos, el único que abrazaba su alma y la dejaba sentirse viva aún, quizás esa espera sería eterna, pero... era la única forma de acabar con la frialdad de su pecho... su única esperanza, y mientras tuviera a Kaze junto a ella esperaría.
La mariposa blanca, ya satisfecha con el polen que había encontrado en una colorida flor amarilla, comenzó a recordar el mensaje de la niña, ese que enviaba con sus colores y la triste belleza de su rostro, al momento empezó a sentir que algo le faltaba, que no bastaba solo acercarse a las flores y luego irse... ella quería volver donde la niña... pero al buscarla no la encontró, se había ido, y el tiempo era corto para la pequeña mariposa, su vida no duraba mucho, así que decidió seguir buscando polen, hasta encontrar uno tan dulce que le hiciera olvidar este vacío... o bien, hasta que encontrara una pequeña como la que un día conoció, una, que la hiciera sentirse llena otra vez, y así, podría hacerla sonreir, con eso... se sentiría tan bien...

Tanto niña como mariposa aún siguen lejanas, cada una en su mundo y dificilmente se volverán a encontrar... no se que está deparado para ellas, por ahora solo se que la luz se va y comienza a oscurecer una vez más...

Kazeai

Claro de luna



Escóndeme... ocultame dentro de ese oscuro manto... por favor... esconde a esta pequeña que tiene miedo de salir al mundo...

Pequeño discurso hecho realidad... luces opacas dentro de dos pupilas, tristes, muy tristes sin razón aparente... un mundo hecho de frios colores parece encerrarla y hacerle daño, como nunca nadie lo había hecho... no, eso no es cierto completamente... quizás nadie nunca la había encerrado... pero hablando del daño... ella ha llorado bastante para entender que daño si ha recibido y bastante...

Quien soy?... realmente importo?... no se quien, ni cuando ni como puede existir en este pecho tan pequeño, en estos ojos llorosos que realmente no valen nada, pues si solo se dedican a llorar, de que les sirve seguir existiendo... pequeña... pequeñita... quiero cerrar los ojos y olvidar todo, quien soy, quien fui... quien puedo ser... quiero sacar esta sensación dolorosa del pecho... nada entiendo y quizás nunca lo entienda... veo como después de dejar de fingir ser alguien más, vuelvo a caer en este oscuro pozo de oscuridad...

Si tan solo fuera un poco más fuerte... si no cometiera tantos errores... si... el mundo me aceptara...

Me duele... muy fuerte el pecho... que valgo?... que espero... no se... tonta, tonta niña... acaso crees que te mereces eso que tanto esperas?... acaso piensas que todo se arreglará para tí?... solo por que te sientes especial... solo por que te sientes diferente... el ser diferente no te hace mejor que los demás sabes?... incluso.. diría que te sitúa debajo de ellos... y todo aquello que esperas... solo son dibujos sobre la arena, que el mar se llevará tarde o temprano...


Una suave melodía recorría el lugar... la niña sintió el sonido y su pecho se alegró un poco... todo estaba oscuro, pero ella podía sentir el lugar... ella sabía donde podía encontrar cada cosa... ella sabía que la música la llamaba...

Llegó pronto a un lugar iluminado por la suave luna... dentro de ese gigantezco lugar lleno de soledad, ese lugar era el que más le gustaba... por que podía sentir la presencia de aquellos seres que siempre estuvieron con ella... podía sentir el abrazo de aquellos entes que la conocieron y comprendieron cada uno de sus sentimientos... lágrimas caían por su rostro... esa soledad era dolorosa... solo ella sabía cuanto... sus brazos rodearon su pecho... no soportaba más este sentimiento... era como si se quebrara cada partícula de su ser con el dolor... dolía demasiado... sus rodillas se doblaban mientras la soledad la envolvía más y más... acaso las personas que intentaron acercarse no lo entendían?... acaso ese triste brillo que aparecía siempre en sus ojos no era suficiente para saber que ya no podía darle fuerzas a nadie más?... acaso no entendían que a pesar de querer ayudar... cada segundo se hacía más débil... pronto caería destrozada sobre esa oscuridad... y cada uno de los que ayudó se mantendría lejos... bien lejano, por que su tristeza era incomprensible... por que su mirada era distante... por que nadie quería mirarla realmente a los ojos y encontrar esta parte... pues era tan triste... que asustaba... a pesar de que era exactamente esa parte la que la terminaría destruyendo...

Esa pequeña lloró por horas en ese lugar, mientras la melodía la acompañaba, acariciando su cabeza, rodénadola... recordándole cada dolor, cada palabra... cada sueño... todos ellos sin cumplir... esa melodía no era dañina... solo la hacía recordar y eso... para ella era demasiado doloroso...

De pronto la luna... decidió que ya era suficiente... recogió su manto y rozó los ojos de la niña... que cayó en un profundo sueño donde podría encontrarse con sentimientos bellos y personas dulces que por fin supieran realmente quien era... el viento, conmovido y desesperado... pues no podía ayudar a su querida pequeña la arruyó y la cubrió con un cálido manto de hojas... se posó cerca de sus ojos y allí se quedó, velando su sueño, esperando el instante en que la tristeza pudiera por fin desaparecer de aquellos ojos... esperando un milagro... siempre esperando y queriendo estar a su lado por que era a ella a quien quería proteger... lástima que solo ellos pudieran entender su pena... lástima que ella naciera aquí... lástima tantas cosas...

Allí durmió esa suave mujer... oculta bajo ramas y hojas, en un solitario lugar, rodeada solo de estatuas frías y vacías... rodeada solo de presencias lejanas... ella... no sabía como seguir... pero... pero... pero... lo único que sabía era seguir caminando... dolía... mucho... pero que más podía hacer?


Espero tristemente el día en que la oscuridad decida absorverme... el día en que la noche decida llevarme consigo para hacerme siempre y eternamente suya... por ahora siento sus abrazos de noche... siento como recorre mi cuerpo y me atrapa... ata mis brazos y piernas y apega su rostro al mío... el roce de su fría mejilla es tan triste... que no dejo de llorar... pero ya no puedo escapar... todo quiso que las cosas fueran así... todo hizo que estuviera aquí... ahora, las personas me miran distraidas... sin darse cuenta de esto, ni de nada... por que realmente nunca... nadie... quiso conocer mi oscuridad...


Kaze... escucha mi ruego... escucha mi llanto... tan solo escúchame... quédate conmigo... sácame de aquí y llévame a un lugar donde pueda escapar de aquella oscuridad... de las miradas frías, de la indiferencia... aléjame de las lágrimas que me ahogan... Kaze... por favor abrázame... te aseguro que en estos instantes... lo eres todo para mí...



Kazeai

lunes, 4 de enero de 2010

domingo, 3 de enero de 2010

Unas palabras... solo pensamientos... solo recuerdos...



Ay mundo mío...

que extraño se siente escribirle a la oscuridad de un lugar oculto a los ojos que están cerca de mi...
Un lugar donde solo alguien que realmente le interesara podría leer con intensidad cada palabra...
Un lugar mío y solo mío... pequeña tonta que solo sabe cometer errores...

Soy quien trato de ser, pero no ayudan mucho los sentimientos... no se quien soy, no se que hice, no se si estoy bien, no se si hice daño.... Dios quiera que no... el sabe que lo que menos deseo en el mundo es dañar a quien se acerca a mí... pero a veces, es inevitable contagiarles esta melancolía que está dentro de mí... este horrible y triste ser que se esconde dentro de mi pecho... es tan solitario y frio, que a veces puede alejar a tantas personas... que a veces me hace creer que nadie se quedará nunca... ojalá pudiera pedirle perdón a cada una de las personas que dañé, pudiera borrar cada herida causada... pudiera dejar de ser tan...

Hoy quise acercarme a alguien que quizás dañé hace algún tiempo... realmente no fue cercanía, solo quise saber si estaba bien... Kaze, kaze... dime que no le hice daño, dime que los días en que nos acercamos no son un mal recuerdo para el, que la cercanía de mi alma no le hizo daño... dime que no le contagié la melancolía que existe dentro de mí, dime que no le entregué frialdad... creeme que quise darle de lo mejor de mí, le entregué cuanto pude... pero algo pasó, no se que, habia algo dentro de mi que quiso que las cosas fueran así, mi pecho me explicó que quizás si me mantenía a su lado lo dañaría... por que los sentimientos que por el nacían en mi interior no eran los que esa persona tenía por mi, ni los que necesitaba de mí... Kaze... tu sabes que no miento y que quise que fuera feliz, que estuviera tranquilo... no se que pasa Kaze, pero hay algo que me dice que eso sería lo mejor... solo que, ahora me siento triste, por que quizás le causé daño... por mi inseguridad y por no aclararme nunca... pero... aún soy una cabra chica!!! y muy débil... a pesar de todo, soy débil... y no sabía que hacer... me pregunto que pasó y no lo entiendo... solo se que así debía ser en ese momento... y si después las cosas se complicaron, ya nada pude hacer... mi corazón dice que quiere que él sea feliz, con lo que vendrá para hacer nacer su sonrisa... yo, tonta pequeña que siempre quiso ayudar a muchos... no puedo ayudarlo... me entristece mucho... pero no puedo... espero que aquel que guía mis pasos me ayude y le pueda entregar aquella sonrisa... donde y con quien esté, que sea feliz... solo que sienta su pecho tranquilo...

Ahora... mi alma está difusa y no se quien soy... a veces quiero desaparecer, a veces solo quiero estar... a veces quiero ser invisible... yo no soy de aca... y eso está demasiado presente en mi pecho... solo que no se que vendrá, que me espera... que debo hacer... solo se que mi alma presiente algo más allá... quizás solo sea un pequeño instrumento para algo muy grande... pero eso me bastará y sentiré mi pecho tranquilo... si, es cierto, quizás deba estar sola... por alguna extraña razón que alguien que sabe más que yo lo decidió... pero quiero ser fuerte y resistir hasta el último instante... Kaze... eterno compañero... te aseguro que a pesar de las miles de lágrimas... siempre me mantendré firme, esperando... siempre esperando... el momento en que mi vida cobrará razón... y ya no seré solo un gasto más de aire...

Circulos brillantes rodean una suave claridad que se encuentra oculta en el lugar más secreto y dulce del mundo.... en aquel lugar que es la magia de toda sonrisa... aquel lugar que lucha cada día contra la oscuridad... fríos rios de dolor lo desgarran y hieren, sin importarles su existencia... lo lastiman hasta dejarlo temblando de temor y tristeza... pareciera que la soledad hiciera aun mas daño, haciéndole recordar que no hay nada más que esa fria espera y el dolor... si... doloroso... pero, aquel lugar no es tan débil... a pesar de todo, se mantiene en pie y sonrie... extrañamente sonríe... por que sabe, que si el dolor llega a el, no llegará a otro... sabe que de algo sirven esas heridas, que no es en vano cada lágrima... ahora solo quiere seguir existiendo, para siempre ayudar con su mínima cuota... viendo siempre más allá contagiarse su sonrisa... solo con eso... bastará para mantener su existencia...

Kaze... por favor... abrázame....

Kazeai